martes, 15 de junio de 2010

Uno de los filósofos mas importantes de la edad media es Santo Tomás de Aquino, ya que logro integrar el rigor de la filosofía de Aristóteles al pensamiento cristiano, él estaba convencido de que la razón era capaz de operar dentro de la fe, explicando que los filósofos confían sólo en la razón mientras los teólogos aceptan la fe como punto de partida, llegando posteriormente a una conclusión por medio de la razón.
Si bien es cierto para Aquino el alma humana es inmortal; en cuanto al conocimiento humano sostenía que se basa en la experiencia sensorial, dependiendo también de la capacidad de reflexión de la mente.
Dominico Sertillangues dice que El pensamiento del gran filósofo se resume en los siguientes puntos.
1. El objeto del conocimiento humano es el ser y sus causas; en la apreciación del conocimiento se inclina hacia un idealismo moderado, de sentido crítico.
2. El concepto de Dios, cognoscible pero indefinible, a partir de la aseidad. Condenación del agnosticismo, del simbolismo y del antropomorfismo.
3. LA creación del mundo en el tiempo por parte de Dios.
4. La conservación y gobierno del universo como consecuencias necesarias del entendimiento y de la voluntad divina.
5. El concepto de la naturaleza basado en las nociones de sustancia, accidente y cambio, con un profundo sabor aristotélico.
6. El hombre como coronación de la creación, dotado de alma racional e inmortal creada por Dios directamente para cada hombre.
7. LA moral basada en la apreciación del fin último y en la perfección de cada acto humano personal y regido por la ley mediante la obligación y la sanción.
8. El gobierno de los pueblos en conformidad con sus tradiciones, costumbres e idiosincrasia.

Rosmery Herrera
Civilizaciones II
seccion 302

jueves, 10 de junio de 2010

LA FILOSOFÍA EN LA EDAD MEDIA

Durante los primeros siglos de la Edad Media, la filosofía se nutre de savia teológica. La pagana había venido a parar a la negación. La exageración de los principios platónicos había conducido a negar el conocimiento, sustituido por el éxtasis; el éxtasis arrastraba a la anulación de la individualidad, y la gran Unidad, Dios mismo, venía a ser implícitamente negado: porque la unidad simplicísima excluye hasta la existencia, que es ya una complicación. Los sistemas del lado opuesto habían engendrado el escepticismo y el materialismo. La negación circundaba el pensamiento por todas partes.
El cristianismo, basado en la revelación, descendía de Dios al hombre; es decir, tenía un carácter sintético, por lo cual aprovecha de la antigua ciencia cuanto conviene a su desenvolvimiento. Los grandes hombres del cristianismo sienten ante todo el apremio de defender la religión de los ataques asestados por los paganos y de patentizar las excelencias de su doctrina. De tal necesidad nace la filosofía apologística.
Vencido e1 paganismo, la Iglesia experimentó la urgencia de edificar, de fijar el dogma, y entonces acude a la ubérrima tradición platónica juzgándola como una preparación de la doctrina revelada.
Los filósofos de la Edad Media aceptaron más o menos que el cristianismo era lo verdadero. Pero la cuestión que en ésta época se plantea es que si había que tener fe para así creer en los milagros cristianos o también se podía acceder a las verdades cristianas mediante la razón. La filosofía medieval se basó prácticamente en la cuestión de que si eran compatibles la fe y la razón.

Ana Maria Cardozo
Civilizaciones II
Secc 302